Problemas mentales en la población post-COVID: ¿Nueva pandemia?

Problemas mentales en la población post-COVID: ¿Nueva pandemia?

No hay duda acerca de los cambios notables que la pandemia del COVID-19 ha traído sobre la población mundial. Los largos periodos de confinamiento, el distanciamiento social, la crisis económica, el desempleo, entre otras situaciones han traído consigo afectaciones psicológicas en todos los niveles de la sociedad. Ansiedad, estrés y depresión son los efectos más destacables a simple vista. Si bien es cierto el hecho de que la atención y los esfuerzos están centrados en salvar vidas e impedir el contagio masivo, la salud mental de la población post-Covid es un asunto de igual importancia que, de no ser controlado de forma adecuada, podría llegar a convertirse en la próxima pandemia.

Efectos directos e indirectos de la pandemia

Los cambios tan repentinos y drásticos que han tenido que enfrentar las personas han traído serias consecuencias negativas, entre ellos, cambios en los patrones de sueño, agravamiento de problemas de salud a causa del estrés, serios problemas en la visión por aumento del teletrabajo y estudio en casa y aumento de enfermedades mentales como la depresión. En Colombia, el panorama no es alentador. El ministerio de salud en Colombia dispuso una línea telefónica exclusiva para atender emergencias de salud mental, en la que se evidenció un aumento hasta del 30% en el número de llamadas durante la pandemia, siendo la depresión, ansiedad, estrés y violencia intrafamiliar los principales motivos de consulta.

Por otro lado, es necesario mencionar que los seres humanos somos seres sociables por naturaleza. Buscamos estar rodeados y en compañía de otros individuos y las necesarias medidas de cuarentena y distanciamiento social, debido a la pandemia, han impedido realizar todo tipo de reuniones, con amigos o con familiares. Esto obliga a las personas a estar aisladas en casa, aumentando el numero de enfermedades como la depresión, que en algunos casos terminan en suicidio.

Según la OPS (Organización Panamericana de la salud), el aislamiento debido a la pandemia ha aumentado los factores de riesgo de suicidio, la angustia, la ansiedad y la depresión, especialmente en trabajadores de la salud. Esto, sumado a la violencia, los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias psicoactivas y las sensaciones de pérdida, son importantes factores que pueden incrementar el riesgo de que un ser humano decida quitarse la vida.

Importancia de tener conocimiento acerca de los efectos adversos del aislamiento

Como en todas las áreas, es de gran relevancia conocer las causas de todo aquello que genera afectaciones para así evitar peores consecuencias en un futuro. Comprender cómo enfrentar los efectos negativos de la cuarentena en nuestra salud mental es quizá tan relevante como encontrar la forma de reducir la propagación del virus.

Los humanos, aunque muchos tienden a ser sedentarios, nos caracteriza la necesidad de hacer nuevas actividades a diario. Por lo tanto, no cumplir con esa necesidad genera ansiedad, estrés, depresión, etc., afectando nuestra paz y salud mental.

La organización Barcelona Brain Health Initiative (BBHI) afirma que en el periodo post pandemia es posible que persistan las acciones de evitar el contagio en personas que previamente ya tenían signos de afecciones mentales. Esto es provocado por el largo tiempo que pasamos tratando de evitar un posible contagio.

Identificar la magnitud de un trastorno mental ayuda a tratar de la mejor manera las consecuencias que estos pueden tener en la cotidianidad. Para obtener soluciones no podemos subestimar este flagelo. A medida que se tengan en cuenta las posibles causas mayor será la eficacia de todas las estrategias que sean implementadas.

MANERAS DE CONTRARRESTAR ALGUNOS DE LOS EFECTOS PSICOLÓGICOS POST- PANDEMIA

Ser solidarios con las personas que nos rodean.

Los efectos psicológicos provocados por la pandemia son diferentes para cada individuo y de una u otra manera todos nos hemos visto afectados, de hecho muchas personas han lidiado con estos síntomas desde antes de esta crisis, lo que los pone en una situación “crítica” de alguna manera.

Teniendo en cuenta lo anterior, es de vital importancia ser empáticos con aquellos que están a nuestro alrededor pues no conocemos quienes, durante esta época, han perdido a un familiar, amigo o han perdido su trabajo o se sienten angustiados por la incertidumbre.

Buscar ayuda psicológica

Nuestra cultura nos ha hecho creer que consultar a un psicólogo es cosa de locos, que la depresión o ansiedad son maneras de llamar la atención, que solo debemos tener una buena actitud ante las circunstancias que se nos presenten e incluso algunos afirman que solo se debe “madurar”.

Consultar a un psicólogo no está mal y no implica que tengamos algún problema de salud mental, por el contrario es un recurso útil y provechoso para aquellos que no saben cómo enfrentar sus problemas o no saben cómo expresar o controlar sus sentimientos durante situaciones adversas. Como por ejemplo, las personas que se sienten inseguras o preocupadas cuando se enteran del caos alrededor del mundo. Esto se debe a que no tienen control sobre esas situaciones y, por lo tanto, les provocan ansiedad.

Organizar horarios

Anteriormente mencionamos que uno de los efectos causados por la pandemia ha sido el estrés. Las actividades a las que estábamos acostumbrados como trabajar o estudiar se han vuelto tediosas y complicadas desde casa pues existen otros deberes u obligaciones que, desde el contexto acostumbrado del hogar, pueden parecer de mayor relevancia.

Es por esto que es recomendable realizar un horario (no tan estricto) en el que podamos organizar el tiempo que tenemos para realizar todas las labores durante cada día. Esta herramienta también es beneficiosa debido a que nos permite recordar actividades o compromisos que solemos olvidar por las preocupaciones diarias. También nos ayuda a sentirnos mejor, tranquilos y más motivados al momento de ver los logros que hemos alcanzado

Espacios para descanso y recreación

Así como muchas empresas, corporaciones y negocios, nosotros también nos podemos reinventar y hallar espacios para relajarnos y entretenernos, como por ejemplo hacer reuniones por zoom con amigas y amigos, hablar mientras hacen otras actividades o conversar con nuestros familiares sobre una película o libros que se estén leyendo todos en común. Otras actividades pueden ser: hacer ejercicio, realizar cursos en línea, intentar hacer recetas nuevas de cocina, aprender un nuevo idioma, practicar habilidades o hobbies que se hayan dejado a un lado y por último salir a pasear a lugares como parques, senderos, miradores, entre otros espacios en los que se pueda apreciar la naturaleza

CONCLUSIÓN

Teniendo en cuenta lo anterior, la salud mental de las personas es un tema muy importante que no hay que olvidar, debido a que si no se trata de la manera adecuada puede traer como consecuencia peores efectos que los vistos durante la pandemia. Algunos de los efectos más directos en la salud mental debido a el aislamiento son: cambios en los patrones de sueño, aumento de la angustia, depresión y estrés, una exacerbación en los factores de riesgo de suicidio, entre muchos otros.

Una de las maneras más adecuadas para combatir este efecto negativo de la pandemia es encontrarse bien informado sobre los efectos adversos que esta tiene especialmente en la salud psicológica de la sociedad. Sin embargo, no todo es negativo ya que existen maneras simples de contrarrestar algunos de estos efectos, cómo ser más solidario con las personas a nuestro alrededor, buscar ayuda de un psicólogo o psiquiatra, organizar horarios y encontrar momentos de relajación, recreación o descanso, para reducir el estrés producido por el aislamiento.

El aislamiento social puede llevar a la soledad, esto afecta el bienestar físico y mental. Se sugiere mantenerse en contacto con los seres queridos escucharlos y que nos escuchen, para sobrellevar esta crisis todos juntos sin perjudicar nuestra salud mental.

Publicado: 30/10/2020
Autores: Daniel Cantillo Velez, Sharon Fernandez Rodriguez, Viviana Flórez Camacho, Jorge Mercado Alvarez &  Juan Sarmiento Perdomo
Profesor asesor: Oscar E. Hernández B.
Asignatura: Comunicación de las ciencias