Actualmente, los problemas en la alimentación constituyen una fuente de grave preocupación para la salud pública debido a las repercusiones o efectos secundarios que estos ocasionan, no solo en nuestro estado físico, sino también en nuestro estado emocional.
Idealizar una imagen de cuerpo perfecto no hace sino empeorar los problemas de alimentación entre los adolescentes y disminuir su autoestima al considerar que no cumplen con los estándares. Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), 6 de cada 10 mujeres afirman que serían más felices si estuvieran más delgadas, además de que el 30% demuestra tener conductas patológicas y el 70% de los adolescentes mencionaron no sentirse a gusto con su cuerpo.
A pesar de ser una problemática que afecta a ambos géneros, en México la mayoría de las investigaciones que se han llevado a cabo acerca de la auto-percepción corporal, se han enfocado en el sexo femenino, lo cual ha generado vacíos en cuanto a la comprensión estructural de estos problemas en los hombres. Sin embargo, a partir de las pocas investigaciones donde se incluyen los dos géneros, se ha logrado sacar conclusiones significativas. Entre estas, se puede destacar que, a diferencia de las mujeres, en los hombres suele predominar una acentuada tendencia a querer un cuerpo más corpulento y a mantener algunas conductas de riesgo como la práctica excesiva del ejercicio y el comer compulsivamente.
¿Quién cree usted que tiene mayor tendencia a sufrir un trastorno alimenticio, los hombres o las mujeres? Pues, aunque ambos sexos se preocupan por su imagen corporal, las mujeres se auto perciben con mayor insatisfacción, lo cual está ligado a múltiples factores como la idealización de un cuerpo perfecto implantado por la sociedad. Como consecuencia, el género femenino tiene mayor posibilidad de desarrollar a largo plazo enfermedades de tipo mental ligadas a su conducta y hábitos alimenticios.
Por otro lado, los investigadores han demostrado que la imagen corporal es un buen predictor de los trastornos alimenticios, es decir, a mayor insatisfacción corporal mayor riesgo de presentar estos trastornos. Asimismo, la presencia de un trastorno alimenticio afecta la percepción corporal de manera negativa.
Cabe señalar que gran parte de esta problemática está enlazada a los estándares de belleza impuestos por la sociedad, que nos enseña que un cuerpo ideal femenino es delgado y un cuerpo ideal masculino es corpulento. Por ende, las mujeres realizan más ejercicio físico cardiovascular con la finalidad de quemar calorías y, de esta manera, disminuir su peso corporal, además de someterse a dietas restrictivas y ayunos. Los hombres practican deportes o ejercicios físicos excesivos para romper sus músculos y así ganar masa muscular.
Otro dato importante a tener en cuenta es que la edad está estrechamente relacionada con la preocupación corporal debido a que, a medida que aumenta la edad, empieza a disminuir el índice de masa corporal, lo cual es un indicador de problemas alimenticios.
Finalmente, estos descubrimientos nos permiten tener un mejor entendimiento acerca del origen de los trastornos alimenticios en adolescentes, los cuales representan un gran problema de salud pública, en especial, debido a que suelen resistirse al tratamiento y debido a su presencia en edades tempranas. Esto nos ilumina acerca de la forma en que los factores sociales, como la idealización de la belleza, afectan la mente de los jóvenes y repercute en múltiples ámbitos de su vida. Por lo tanto, es importante recalcar la importancia de la realización de investigaciones que profundicen en esta problemática, con el fin de tomar las medidas preventivas adecuadas para todos los niños, adolescentes y adultos, que por tener una mirada superficial de sí mismos, no alcanzan a percibir la raíz del problema.
Autores : Eduardo Molina, Luisa Fernanda Ortega, Andrés Orostegui, Omer Parra, Camila Sobrino
Profesores Asesores : Oscar E. Hernández B. y Laura Posso M.
Comunicación de las Ciencias